martes, 5 de febrero de 2013

Tú capricho no soy yo.

No creo que porque me hables te importe, ni porque empieces tú las conversaciones me eches de menos. No creo que alguna vez me hayas dedicado tu tiempo solo a mí. No me creo que tus mentiras vayan a ser realidades ni que porque me pongas motes cariñosos me quieras. No me creo que hables de mí con tus amigos, ni si quiera se me ocurre lo que podrías decirles. No me creo que necesites un abrazo mío tanto como yo necesito el tuyo, ni que te mueras por verme, la curiosidad es la que te llama. No son casualidades ni destino, hablamos de realidades, de lo mucho que dices y lo poco que haces.

sábado, 2 de febrero de 2013

Porque querer, te quiero a ti.

¿Sabes? Me voy a dormir y en quien pienso es en ti. Sí, cuando me hacen la puta pregunta de la distancia, solo pienso en la estúpida idea de estar contigo. Es como cuando te preguntan lo típico de 'si tuvieses alas, ¿a dónde volarías?', y que mi respuesta sea tu nombre. Que me pregunten que quiero y tener infinitas ganas de responder, a ti, ¡te quiero a ti! Porque sí, porque has vuelto a despertar las putas ilusiones que todos nos hacemos, a decirme las palabras que todos esperamos, las que no enamoran pero ilusionan. Porque me dices las típicas mentiras que solo una tonta como yo se creería, esas que me hacen sonreír hasta que desapareces y veo la realidad. Porque mentiría si te dijese que no mataría por verte, porque me dieses un abrazo, por sentir que por un momento todo va a estar bien. Y es que no te quiero más porque no puedo, porque querer no siempre es poder, porque siempre me toca aceptar que he perdido, perder sin ni si quiera haber tendo oportunidad de intentar ganar.