sábado, 13 de diciembre de 2014

Y mañana, ¿me querrás?

Te echo de menos,
así de rápido y así de fácil.
De eso que dicen que cuando te pitan los oídos es alguien hablando de ti,
y a mí, por estúpida, me gusta pensar que puedas ser tú,
echándome de menos. 
Pero eso nunca pasa.
Siempre me quedo a mirar como pasa la vida y nada cambia,
como llueve y al día siguiente sale el sol, y el cielo está igual de azul.
Así se quedó mi vida desde que te fuiste, quieta y sin cambios.
Me empieza a aburrir, 
me estoy cansando de mí misma,
y duele joder,
siempre duele. 

domingo, 9 de noviembre de 2014

Dile que aún así, le quiero.

Hoy me he levantado con ganas de que sea domingo,
por tener una excusa más con la que desperdiciar mi día;
que ya sabéis,
que qué mal nos sientan los domingos a todos.

Y tuve suerte,
es domingo
y encima él no está;
suena música,
de las de los días tristes,
pero me cansa, 
no paro de destruir canciones a causa suya.

¿Y yo qué hago?

sábado, 30 de agosto de 2014

Le estoy preguntando al destino porqué tuve tanta suerte contigo.

Contigo siempre se necesitaría más, uno más, 366 días para recordarte lo mucho que importas y que no se escape ni el tiempo.
Que, ¿sabéis lo rota que estaba antes de que le dejase entrar? Y lo ordenado que parece que está todo ahora. Pararía relojes por estar con él tan solo para verle reír. Que, chicos, para qué mentir, adoro quedarme en silencio y que me mire preguntándose qué está pasando cuando solo quiero pensarle, sí, mirarle y pensarle. Pensar en lo mucho que le echo de menos aún teniéndole tan cerca, en el punto al que estoy llegando de necesitarle, de necesitar sus besos, de depender de sus brazos, que si supierais lo seguro que se ve todo desde allí, que hasta la vida parece bonita. Que falta tiempo para escribir, para decir y para sentir con él. Y que, no sabéis lo que me gusta vivir sabiendo que mis ganas se deben a él, y a su sonrisa. Y, tío, a su manera tan estúpida de reírse del mundo, cómo si estuviese invitándonos a todos a acompañarle. 
Que no sabéis lo corto que se hace el tiempo a su lado y lo poco que dura; que si fuera por mí odiaría los días tan solo por lo rápido que pasan junto a él.
Y qué voy a contarles yo a ellos, que no saben lo que es un abrazo después de menos de 48h y sentir que ha pasado un año, que eso, eso no lo cambiaría por nada. Y que no tienen ni idea de lo que significa enfadarle y ver esa estúpida cara que pone de la que no consigo cansarme. Que no sé qué hace conmigo, pero que no quiero que deje de hacerlo.
El futuro es tan incierto como impredecible, que ayer contigo y mañana quizás la vida me eche de tu camino. Y que hoy, aquí, me conformo con haberle escuchado reír, con poder asumir que sus brazos son mi seguridad y él mi debilidad. Ha ordenado mi vida como nadie podía hacer, y creedme, eso no lo cambiará ni el tiempo.

lunes, 28 de julio de 2014

Que inventaría un calendario por pasar más días junto a ti.

Quizás ando tomándome mi tiempo, y soy especial; quizás a veces no demuestro lo mucho que está llegando a importar aquí, en mi vida. Ni si quiera entiendo como aguanta mis caras de asco repentinas, ni mis borderías o el mal humor cuando ni si quiera viene a cuento. 
Quizás sea que aún no entienda lo mucho que llena uno de sus abrazos y lo bonito que es oírle reír.
Que no hace falta hablar de amor para soltar su nombre, que crean o no, sea lo que sea, lo mejor lo tengo yo.

domingo, 18 de mayo de 2014

Déjame decirte que no era necesario rompernos.

'El tiempo cura las heridas' y ellos no saben que, a veces, es el tiempo el que las abre.
Solo saben hablar de lo estúpido que puede sonar un para siempre o de que el humo del café siempre se disipa. Y sin embargo, 
nadie habla de que hay olores que nunca desaparecen
ni de esas luces que nunca se apagan. 
Del blanco y del negro, 
pero joder, ¿nadie ve el gris?
Y de nosotros cariño, 
de nosotros nadie habló, 
entiende por qué. 
No destruimos el cielo porque no llegamos a él. 
No nos alcanzábamos, 
no supimos darle la vuelta al universo para al menos así, 
llegar lejos.

martes, 29 de abril de 2014

Cielo, cuéntale a él que porqué yo le llamaba así.

Que te quería de aquí hasta los margenes de los libros. Y mira las paredes tío, que no sé qué tienen que parecen llenas de ti, y ojalá fuese suficiente para llenar el vacío que hay en mí. Nos agotamos, siempre supe que me arrepentiría. No sé, todavía creo que quizás el tiempo podría habernos dado una oportunidad si no hubiesemos sido tan ansiosos, sí, ya sabes, «queríamos ser tanto que se nos olvidó ser algo».
Ellos juegan con corazones y nosotros jugamos con el destino, ingenuos. Le quisimos dar la vuelta al reloj pero cariño, se nos hizo tarde. Aún le grito al cielo, por si un día le da por volverse oscuro y ya no noto tanto el frío.

domingo, 20 de abril de 2014

Me lo prometo.

Joder, cómo está todo, ¿no? Qué roto y qué vacío lo ha dejado todo. Y perdonen, aún creo en las excepciones, aún confío en mí. Ya sé que si no nos rompemos ahora lo haremos algún día, y que la vida seguirá, igual que yo me despierto todos los días con la esperanza de volver a sonreír. Pero lo siento, fui la bomba y él la mecha que con tantos daños prendió el fuego con el que yo ya llevaba tiempo ardiendo. Es eso, estoy quemada y no paro de destruir a todo por el que paso. Lo siento, solo soy una víctima más. No me quedan momentos que repasar ni caras nuevas a las que engañar, estoy cansada de pegar portazos y que los recuerdos no se larguen.

viernes, 28 de marzo de 2014

'Me enamoré de ti y qué importa si no es sano'

Hablar de ti por no hablar del tiempo y lo jodido que es.  El espacio que le sobra ahora a mi reloj y el que me faltaba contigo. Me quedé entre sueños rotos y qué, ya no importa, se hizo tarde. ¿Y qué hago yo con mi corazón? Últimamente solo habla de ti, y no hablemos de mis ojos y de sus innumerables búsquedas esperando encontrarse con los tuyos. Y mis brazos, que qué vacíos están joder, que están y que estarán. Que estoy aquí contigo y sin ti. Lo de contigo es por los recuerdos y lo de sin ti, bueno, dicen que te has ido, yo trato de sentirlo. Se cierra y se abre siempre la misma puerta. O seré yo, que no soy capaz de pegar el portazo que mi vida necesita. Un constante tira y afloja, aunque no sé, a veces pienso que estoy pensando demasiado. Tantos 'ven' y tantos 'voy' que fallamos como tontos. Y yo qué iba a saber lo que dolerían las tormentas si contigo no sabía ni cómo sonaba la lluvia.

A quién le importa ya.

Ni que fuera fácil echar de menos. Te lo juro, estoy intentando aprender a vivir sin ti, pero ni si quiera sé como se hace. Y qué típica me volví, por mí más que por ti. Tengo la extraña manía de echarte las culpas de todo, y de dirigirme a ti, como si me fueras a leer, como si fueses a buscarnos de nuevo. Solo espero que no caigas en el maldito pozo del olvido porque no estaré para sacarte de ahí.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La última letra, el último te quiero.

Él no era el típico chico que todas las chicas buscan, ese que conoces y lo último que se te pasa por la cabeza es enamorarte. No puedo hablar de su forma de caminar ni de como se perdía entre las miradas de la gente, pero sabía como calarte, dejarte huella sin poner un dedo encima. Adoraba su forma de hablar, de reír, y no porque fuese bonita sino porque venía de él. Que le he visto desde reírse de la gente hasta darlo todo por quien merecía la pena. No era el típico de un buenos días diario y se podía ir muchas noches sin deseartelas, pero estaba ahí. Llegué a encontrar el apoyo que necesitaba, sabía como escuchar, sabía quererme y joder, sabía como hacerme reír con esas estupideces que solo podían salir de él. No voy a mentir, adoraba hacerle enfadar, me gustaba que me hiciese sentir especial, la única entre tantas. Tenía sus días imposibles, como todos, y días en los que no esperaba hacer otra cosa que hablar con él. Desde pasivo hasta estresarse por la más mínima tontería. Va de duro sí, seguro de sí mismo y nadie sabe como se rompe cuando se lo propone. El orgullo por las nubes y la autoestima por los suelos. Me conocía sus límites y cuando estaba de más. Que me gané el título, que era mío y de nadie más. De noches imposibles a noches infinitas, de esas que marcan, de las que gustan. Me enamoré de cada parte de su ser, de como éramos uno, que de eso se trataba, de él para mí y yo para él. Cansada de decirles que eres la única persona que podría hacerme feliz de todo el universo y joder, ¿sabes lo grande que es? Y que hoy me encuentro aquí, con más de 7 meses de recuerdos a las espaldas, con sus 210 días y sus más de 5000 horas, que compartimos infinitas y te perdí en tan solo un segundo.

domingo, 2 de marzo de 2014

Como el que espera que solo te miren con los ojos.

«Que bastaba con entornar la mirada y que todos pensasen que reía». Caminaba segura de mí misma, podía mirarles y convencerles de que me comería el mundo, sí, hoy si. Pero ni aún cerrando los ojos lograba esconderme de la realidad, cansada de huir de ella. Y qué realidad. Sonreía y todos pensaban lo feliz que podía llegar a ser. No hacia falta llorar, ya estaba rota y el daño ya era irreversible. Que el error era un paso atrás, mirarles como lo hacía ayer, como si se pudieran reciclar los suspiros o volver por algún estúpido camino roto. Como un cálculo, un tiro y afloja sin más. Que no tenían ni que ser bonitos, conocía cada uno de los trucos, hacerles ver lo que quería que viesen. El mundo giraba y la dirección nunca cambiaba. Que no hacia falta saber sonreír, que bastaba con entornar la mirada y que todos pensasen que reía.

jueves, 6 de febrero de 2014

Las heridas no siempre se ven.

Aprovecha cada puta subida porque te lo aseguro, subir no es fácil. Valora lo que tienes, nada es lo suficientemente bueno como para quedarse siempre, y créeme, la mayoría de las cosas que dejas escapar, no vuelven a estar entre tus manos. Ve y cómete el puto mundo, y que no importe nadie, sé egoísta por una vez en tu vida. Deja de recordar a personas que ni reconocen tu nombre, que al mal tiempo buena música, y qué si duele, hay cosas que no dejan de doler nunca. ¿Vas a parar el mundo? No hay tren que de marcha atrás ni reloj a contratiempo. Llora, los valientes también lo hacen, grita, seguramente no te escuche quien esperas que lo haga. Que cuando creas que todo está mal, aún puede ir peor así que deja de lamentarte por lo que aún no ha llegado a pasar y empieza a gastar todas las jodidas oportunidades que tienes para que eso no llegue a pasar. Vive y deja vivir.

domingo, 2 de febrero de 2014

Dime tú si el tiempo no es jodido.

Alguien dijo que todo vale la pena si te hace reír. Supongo que no lo escribió alguien que se cansó de pensar más que de hablar, debió hacerlo un optimista, aunque quizás no tanto, alguien que nunca entendió que la misma persona que te hace reír puede ser la misma que te haga llorar y supongo que alguien que nunca llegó a cuestionarse lo que merece la pena o no. Y es que empiezas por el cielo y acabas en el puto suelo. Dime tú dónde hay que aflojar, que es una constante contradicción. Dos mal y uno bien, y retrocediendo. ¿No íbamos a comernos el mundo? Joder, que me va a comer a mí. Que era yo quién te hacía despertar y ahora ni el tiempo lo consigue. ¿Me tienes que volver a perder para abrir los ojos? Deja de hablar tanto, no te está resultando.

sábado, 1 de febrero de 2014

Que el mundo no se hizo para vivir sin ti.

Todo contigo, nada sin ti. Y dejarnos llevar y no ponernos nombre. Callarles las boca, vamos, seremos la envidia de todos. ¿Qué por qué te quiero? Y yo que sé, serán tus ojos. No seremos cuestión de tiempo porque tú y yo no dependeremos de nadie, y del tiempo, menos. Tú, yo y al mundo lo llamamos luego. Ven, que todo gira en torno a ti, te lo prometo. Búscate en mis canciones, búscate en mis letras, va chaval que estás en todas partes.

viernes, 10 de enero de 2014

Qué contar a ellos si no tienen ni idea de lo que es quererte.

Eres parte de mis mejores días, mi mejor cicatriz, el error más bonito que cometería una y otra vez. No sé más que echarte de menos, cuando estás y cuando no, fue lo único que debí no haber aprendido nunca. Te medio quedaste a ir y me dejaste a medio hacer. No te vayas, que si nos dicen que no llegamos de puntillas alcanzamos. Yo para ti y tú para mí, y de nadie más. No me quiero perder, no sin ti. Que solo estalle tu risa y que no importe el tiempo a menos que sea para gastarlo contigo.