jueves, 7 de abril de 2016

Llegará.

Seamos sinceros, yo ya no quiero que te quedes y tú ya no quieres quedarte, seamos sinceros y rindámonos de una vez, porque ya no, ya no contigo. Seámoslo porque para mí ya no tiene sentido, la vida me duele muy dentro y ya no eres tú quien la llena. 
Seámoslo sólo porque yo ya me he cansado de perseguir los descosidos que no tienen arreglo, pero seámoslo porque tú no te dejas querer y yo no puedo quererte. Porque eres tú y no soy yo, porque no es una lucha entre nosotros sino contigo mismo. Y yo ya no quiero participar, no quepo en una guerra en la que perder, sólo me perdería a mí. Y hace mucho que no me encuentro y ya no quiero que me busques. 

Seamos sinceros pero sólo durante un ratito, porque yo sé y tú sabes que cuando mañana el café vuelva a parecerme frío, seguiré queriendo tomármelo contigo.

martes, 5 de enero de 2016

Solíamos ser.

Estoy atrapada, en ti, en mí, en nosotros, en lo que somos, en lo que fuimos, en lo que nunca volveremos a ser. Yo, que te seguí con los ojos cerrados, tú, que siempre supiste que te seguiría buscando, tirando de la cuerda que no podía romperse más, por ti, por mí, por no saber ser.
Yo que siempre fui un proyecto que nadie supo acabar bien mientras tú me prometías a ciegas que se arreglaría, que funcionaría, que esta vez sí que podríamos.
Y nosotros a la espera, de un golpe de suerte, mientras nos permitíamos odiar a la vida por todos los que ya nos había dado.
No paramos de jugar a las promesas y joder, no hemos dado ni una. Y es que contigo, me sé el precipicio de memoria y no sé si quiero o puedo escalarlo. He saltado tantas veces por ti, que ya he perdido la cuenta. He perdido las ganas, de ti, de mí, de nosotros, de intentarlo. Ya no hay motivos por los que querer querer. Estoy yo, vacía y a la espera de dejarme llenar. Estoy atrapada, sí, pero eres tú, que no me dejas salir.