Ni que fuera fácil echar de menos. Te lo juro, estoy intentando aprender a vivir sin ti, pero ni si quiera sé como se hace. Y qué típica me volví, por mí más que por ti. Tengo la extraña manía de echarte las culpas de todo, y de dirigirme a ti, como si me fueras a leer, como si fueses a buscarnos de nuevo. Solo espero que no caigas en el maldito pozo del olvido porque no estaré para sacarte de ahí.
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