Que ni destino ni realidades, que solo soy yo y mi estúpida manía de perseguir a la distancia. No aprendo de mis errores, una y otra vez, la misma trampa, los mismos sentimientos, los mismos problemas, una y otra vez. Ni príncipes ni princesas, ni fácil para ti, ni fácil para mi. No ha cambiado mucho todo desde la última vez, aquí todo permanece igual, o por lo menos, casi igual.
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