miércoles, 11 de julio de 2012

Aprendí que grandes amigos pueden convertirse en grandes desconocidos, aprendí a luchar por lo que siempre quise. Demasiada importancia a algo que no valía la pena. Sin arrepentimiento de lo hecho, lo hice porque 
quise. Aprendí a aceptar las decepciones y a dudar en volver a confiar. No eramos un tiempo, mucho menos una historia. Aprendí a dejar de esperarte y supe olvidarte. Juzgué acciones sin conocer motivos, rectifiqué, ignoraste y perdiste la luna por contar las estrellas. No eras necesario, resultaste un capricho. No cambiaste, aprendiste a mentir mejor. Ríe cuanto quieras, tropezarás mil veces más. Fuiste sin ser echado y volverás sin ser 
llamado. Poco para ti, mucho para mi. Mataste como si fueras todo, ni si quiera eras nada. No traiciones ni ilusiones. No lo demostraste y lo perdiste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario