domingo, 13 de octubre de 2013

'Más por mí que por ti'

Hay veces en las que me gusta comparar a la gente con tatuajes. Sí, con tatuajes. Imagina que tienes uno grande en el brazo, pero de los de verdad eh, no de esos que la gente feliz encuentra en las bolsas de patatas y disfruta hasta que después de un tiempo, el agua consigue borrar. Ahora imagina que te cansas de ver tu tatuaje y que no puedes borrarlo, ni el tiempo puede hacerlo, a menos que encuentres un tatuaje mucho más grande, lo suficiente para tapar el que ya no te gusta tanto, pero recuerda, no lo estarás borrando, solo lo estarás sustituyendo. Y no te limitas a buscar otros tatuajes, optas por colocarte unas pulseras que te impidan verlo, al menos hasta que tu tatuaje se dé cuenta de lo cansado que está de permanecer bajo pulseras. Y piensas, mucha gente comete el error de intentar sustituir sus tatuajes con tatuajes mucho más pequeños. Pero tú adoras tu tatuaje, es único y recuerdas que aunque él no quiera estar en tu piel, fuiste tú mismo el que decidiste colocarlo ahí y que bajo todas esas pulseras, aún esperas que tu tatuaje grite esperando que te las quites.

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